Jorge Ibarguengoitia escribió Las muertas en 1977 basándose en un suceso que conmocionó a los mejicanos en 1964 en el estado de Guanajuato, el caso de dos hermanas proxenetas que exclavizaban a sus pupilas y las sometían a todo tipo de maltratos y castigos, llegando incluso al asesinato de alguna de estas mujeres que tuvieron la desgracia de caer en sus casas de prostitución. Ibarguengoitia siguió el caso, conoció a testigos y leyó los informes de la policía.
El autor reconstruye la historia de las hermanas González Valenzuela, conocidas como las Poquianchis (prostitutas) desde el punto de vista de distintos narradores y testigos de la historia, algunos reales y otros de cosecha propia.
El resultado es un relato sórdido pero tremendamente hipnótico que te atrapa y que no puedes abandonar, en el que se denuncia la corrupción de las instituciones y el atraso de las gentes que son un caldo de cultivo excelente para que sucedan este tipo de sucesos. La historia de dos hermanas propietarias de varios prostíbulos durante más de quince años en los que se cometían abusos y asesinatos, y que eran permitidos porque sobornaban a las autoridades.
La historia de estas mujeres, explotadoras de jóvenes mujeres que robaban a sus familias con engaños y a las que sometían a una esclavitud de por vida, se desarrolla en una comunidad provinciana y atrasada, lacerada por la ignorancia y la corrupción de sus gobernantes, en la que todo se compra con dinero. Ibarguengoitia investigó el caso intentando escudriñar que era real y que producto del sensacionalismo de la prensa.
Una novela de odios y rencores que se agarran para siempre al corazón y que sólo se desprenden con la venganza, de miseria y de lucha por la vida sin más recurso que someter al que es más humilde que uno. Desgarradora crónica que a pesar de la sordidez y la truculencia. Una sensacional novela negra.