George Barbier es uno de los creadores del Art Decó. Sus imágenes o espejismos, como el prefería llamar a sus ilustraciones, demuestran un gran conocimiento del arte y un gusto exquisito y refinado lleno de encanto. Barbier fue Ilustrador, pintor, diseñador de vestuario para el cine y el teatro, creador de joyas, telas, vidrios, escritor y comentarista erudito, ingenioso e irónico y un amante del lujo. La primera vez que visité París, hace ya muchos años, descubrí en el Georges Pompidu las ilustraciones de Barbier. Compré un par de laminas y todavía andan por casa.
Barbier nació en Nantes en 1882 y falleció a los cincuenta años. Estudió en la École Regionale du Dessin et des Beaux Arts y en el taller del escultor Jean Paul Laurens. Su primera exposición se realizó en 1910 y posteriormente se convirtió en colaborador de la Gazeta du Bon Ton donde además de ilustrador fue comentarista de teatro y danza y publicó reportajes sobre Venecia, una ciudad que amaba.
Barbier colaboró estrechamente con diseñadores de moda como Poirét, Worth, Paquin, Lanvin y Vionnet; realizó el vestuario de algunos espectáculos del Folies Bergere, colaboró con los Ballets rusos de Diaghilev, y fue el responsable de los trajes de la película Monsieur Beaucaire protagonizada por Rodolfo Valentino. También creó campañas de publicidad para Cartier, Renault y Elizabeth Arden.
La obra de Barbier se inspiraba en la Grecia clásica, el arte egipcio o la pintura japonesa, pero también le influyeron los pintores e ilustradores de su tiempo Aubrey Beardsley, Dulac, Rackham o Kay Nilsen.
Tras su muerte la familia subastó algunas de sus maravillosas colecciones y donó la colección de literatura erótica japonesa y europea a la Biblioteca Nacional de Francia. Barbier también había ilustrado libros de Baudelaire, Régnier, Pierre Louis y Boylesve René.