El mexicano Jorge Ibargüengoitia me cautivó desde el primer libro suyo que leí: Dos crímenes (leer aquí). Repetí con su obra más conocida Las muertas (leer aquí) y ahora acabo de leer Los conspiradores y Estas ruinas que ves. Dice Manuel Fajardo en el prólogo de esta última que la obra del escritor mexicano no goza en nuestro país de gran atención. España no ha recibido como se merecen las obras de este escritor que perdió la vida en un trágico accidente aéreo, precisamente en suelo español, en Mejorada del Campo. Pero los que lo catan repiten. Vuelven sus ojos una y otra vez sobre la obra de Ibargüengoitia, un escritor mordaz, melancólico, agridulce, irónico y tremendamente ágil. "Los conspiradores cuenta la primera historia que me interesó en mi vida", dice Jorge Ibargûengoitia. "Es la historia de la conspiración que comenzó la independencia de México, y que me contaron como un cuento a los seis años y me fascinó. Luego la estudié en el colegio y me aburrió, porque me aburren los héroes. Por fin hice una obra de teatro, bastante heroica también, y he terminado por escribir esta novela. Una novela contra la historia, porque la historia vuelve tiesas las cosas. Así hablaba de Los conspiradores Jorge Ibargüengoitia cuando la presentó en Madrid.
Mural que recuerda el lugar donde fue sacrificado el cura Miguel Hidalgo
Ibargüengoitia basa su novela en un hecho real ocurrido en 1810 la conspiración de Querétaro que dirigió el cura Miguel Hidalgo y Costilla, conocido en México como el Padre Patria, en la que participaron el corregidor Miguel Domínguez, su esposa Josefa Ortiz, el Capitán Arias, los licenciados Lasa, Parra y Altamira, y otros miembros del bajo clero, a los que se fueron uniendo indígenas y campesinos de Dolores (Guanajuato) que se conoce como el Grito de Dolores, y que fue aplastado por las tropas oficiales, y ajusticiados casi todos los insurgentes, pero constituyó el germen de la futura independencia.Ibarguengoitia imagina sus personajes libremente y acaba con la èpica que rodea a este hecho histórico dotándole de ironía y sentido del humor. En sus manos estos personajes se unen a la conspiración por casualidad y toda la trama es un conjunto de despropósitos que el autor se encarga de diseccionar con su pluma, dinamitando la historia oficial.
Jorge con su mujer la pintora inglesa Joy Laville
"Crecí entre mujeres que me adoraban. Querían que fuera ingeniero, ellas habían tenido dinero, lo habían perdido y esperaban que yo lo recupera.", dice el autor. Pero Jorge abandonó la carrera cuando le faltaban dos años para finalizarla y se dedicó a escribir. Las mujeres de su familia pasaron quince años lamentándose de esa decisión, pero más tarde se acostumbraron a que se dedicara a la enseñanza y la escritura. Casi todas sus obras se desarrollan en una ficticia entidad federativa Plan de Abajo, que corresponde al estado de Guanajuato donde nació. En el mundo literario del mexicano la ciudad de Guanajuato se llama Cuévano.
Guanajuato se convierte en Cuévano en los libros de Ibargüengoitia
Estas ruinas que ves es para algunos una de las cumbres narrativas del autor. Una novela breve que narra el retorno de un profesor de literatura, Francisco Aldébran, a su Cuévano natal para impartir clases en la Universidad. El protagonista retorna a una ciudad en ruinas que vive con la mirada puesta en un hipotético pasado esplendoroso. Allí se integra en el mundo académico y comparte parrandas y borracheras con sus nuevos colegas. Tiene relaciones con la mujer del profesor de filosofía, la ardiente y entusiasta Sarita, y se enamorisca de la chica más guapa de la ciudad, Gloria, prometida a un joven de porvenir. Desde el inicio una sonrisa acompaña toda su lectura porque el autor no tiene piedad ni con la ciudad, pagada de si misma, ni con sus habitantes. Ibargüengoitia describe con maestría la vida provinciana, llena de doblez, regida por el que dirán, pequeña y absurda que vive de un pasado ilustre que el autor tampoco se toma en serio.
"Ibargüengoitia traza un retrato de la vida de provincia mexicana brillante y divertido.Una verdadera joya de escritura, concisa en su forma, hermosa en el espejo de la imaginación del autor y dura como un diamante, capaz de rayar las conciencias bienpensantes y de trasladar al lector a un México inédito que nunca sentirá como ajeno" escribe José Manuel Fajardo en el prólogo. El autor hace referencia en Estas ruinas que ves a otras dos novelas suyas Las muertas y Los conspiradores. El protagonista es pariente de uno de los conspiradores creados por el autor, y además se propone escribir una novela sobre el caso de los crímenes cometidos por las hermanas Balandro, dueñas de un prostíbulo.
Imágenes de la película Esas ruinas que ves dirigida por julián Pastor
"Los habitantes de Cuévano suelen mirar a su alrededor y después concluir:
-Modestia aparte, somos la Atenas de por aquí.
Cuévano es ciudad chica, pero bien arreglada y con pretensiones. Es capitán del estado del Plan de Abajo, tiene una universidad por la que han pasado lumbreras y un teatro que cuando fue inaugurado, hace setenta años, no le pedía nada a ningún otro. Si no es cabeza de la diócesis es nomás porque durante el siglo pasado fue hervidero de liberales. Por esta razón, el obispo está en Pedrones, que es ciudad más grande.
-Los de Pedrones-dicen en Cuévano-confunden lo grandioso con lo grandote."