LIZABETH SCOTT

Lizabeth Scott es para mi una gran estrella del cine negro, a pesar de que los papeles que interpretó tendieran a encasillarla en el rol de mujer fatal o chica buena a la que las circunstancias llevan por el mal camino, y las películas en las que intervino no siempre cosecharan éxito de público y crítica. La actriz de mirada fría, osadamente sexy, sabía mantener una expresión desafiante que tan bien le sentaba a su físico anguloso. Mostró su capacidad interpretando a mujeres buenas que son capaces de todo por amor y a otras que ponían al protagonista camino de una escalera hacía el infierno. Trabajó con Bogart, Burt Lancaster, kirk Douglas, Charlton Heston o Elvis Presley, pero nunca obtuvo la categoría de estrella del celuloide. Hoy son muchos los que reconocen su valía y afirman que transmitía al espectador cómo era su personaje con sólo una mirada, iluminando la pantalla.

Emma Matzo nació en Scranton, Pennsylvania, en una familia de origen ruso. Muy joven se trasladó a Nueva York para estudiar interpretación, manteniéndose gracias a trabajos como modelo. Consiguió trabajo en una compañía teatral como sustituta, pero nunca pudo actuar en la obra. En 1945 firmó un contrato cinematográfico con Hal Wallis que acababa de formar su propia compañía para debutar en el cine en una película de John Farrow You Came Along, una película sentimental de bajo presupuesto en la que destacaba la belleza de Lizabeth y su voz ronca, sus poses sensuales y su manera de fumar. El resultado debió complacer a Wallis que volvió a contar con la joven actriz para El extraño amor de Martha Ivers al año siguiente.

Lizabeth Scott tenía un papel secundario en esta película de cine negro que dirigió Lewis Milestone, ý que protagonizaba Barbara Stanwick, Van Heflin y debutaba Kirk Douglas. La actriz se comía literalmente al resto de sus compañeros en esta película oscura sobre la traición, la venganza, el poder y la culpa. Lizabeth despliega a partes iguales sensualidad y dulzura en su interpretación de una chica descarriada que se enamora del protagonista y aporta el romanticismo y la lealtad a esta historia de negras pasiones. La película tuvo un gran éxito de crítica y público. El estudio empezó a promoverla como una nueva Lauren Bacall con la que compartía parecido físico y una voz ronca.

 Una de las películas donde más brilla la Scott es en Callejón sin salida, donde se enfrenta a Humphrey Bogart. En sus anteriores trabajos Lizabeth interpretaba a jóvenes víctimas de las circunstancias, pero en Callejón sin salida es una mujer fatal que atrapa a Bogart en una tela de mentiras y engaños que teje aprovechándose de su atractivo sexual para llevar al héroe a la perdición. Este papel marcó su futura carrera, a partir de Callejón sin salida, la Scott comenzó a ser una de las mujeres fatales preferidas de la pantalla, aunque no siempre en películas de calidad. Interpretando este arquetipo filmó La trampa junto a Dick Powell y Raymond Burr, Easy Living junto a Victor Mature, en la que vuelve a ser una mujer capaz de todo por el dinero, estas interpretaciones hicieron de ella una especialista en el cine negro, pero no llegó a alcanzar la categoría de estrella .

 A pesar de su maravillosa presencia y sus dotes interpretativas no consiguió buenos papeles en películas importantes en taquilla. En los años cincuenta rodó Ciudad en sombras, The Rackett, Una herencia de miedo con Jerry lewis y Dean Martin, e incluso trabajó con Elvis Presley en 1957 en Loving You. Después de este rodaje se retiró del cine hasta 1972. En ese año regresó a la pantalla en la película de Michael Curtiz Historias peligrosas.

 La actriz que había demostrado sus dotes como cantante en el cine firmó un contrato con una compañía de discos y grabó un álbum con Henri Rene y su Orquesta en Hollywood en 1957 titulado Lizabeth de baladas románticas.

 Los rumores de Hollywood comenzaron a cebarse con ella, dijeron que era lesbiana porque nunca se había casado ni tenía hijos, y la actriz demandó a la revista que publicó estos cotilleos. Con el tiempo se ha convertido en una actriz de culto, y ha obtenido la fama y reconocimiento que no obtuvo durante su carrera. Se ha escrito mucho sobre ella, incluso se ha dicho que estuvo casada en secreto con el productor que la contrató Hal Wallis.

La actriz aparece de vez en cuando en homenajes o shows televisivos, aunque en los últimos años sólo ha concedido una entrevista, fue en 2003 al escritor Bernard F. Dick que estaba preparando un libro sobre el productor Hal Wallis. En el libro Dick afirma que la actriz de 80 años todavía era capaz de recitar alguno de sus papeles.