Carolina de Mónaco, hoy alejada de las páginas de moda, ha sido una creadora de tendencias y musa de diseñadores. De joven fue una Princesa algo díscola que tuvo sonados affaires que inquietaron a su glamurosa madre y a las rancias casas reales de la época. Grace Kelly soñaba con casarla con el Príncipe Carlos de Inglaterra, pero ella prefería otro tipo de hombres y se enamoró de un Playboy de medio pelo, Philippe Junot, con el que se casó. El matrimonio duró poco y ella se refugió de las infidelidades del esposo en los brazos de un amigo de toda la vida, Roberto Rosselinni, hijo del director italiano del mismo nombre y de Ingrid Bergman. Poco después se marchó de vacaciones con el tenista argentino Guillermo Vilas, aquello fue un escándalo. Pero llegó el apuesto joven italiano Stefano Cashigari y se casó embarazada con él. Eran felices, tuvieron tres preciosos hijos, pero él se mató en un accidente náutico.
La joven viuda se retiró con su dolor a vivir a la Provenza francesa, y con el tiempo volvió a enamorarse. Esta vez de un actor. Hasta que apareció un antipático Príncipe alemán con el que volvió a pasar por el altar y con el que tuvo otro hijo. Hoy separada de nuevo ya no ocupa portadas, ya no es la Princesa de Europa, pero tiene una digna sucesora en belleza y en estilo su hija Carlota que guarda un gran parecido físico con su madre, y es, como lo fue ella, una de las jóvenes más elegantes y estilosas del mundo.
He recopilado algunas imágenes de la bella Carolina cuando era la Princesa más famosa del mundo.
Y de su hija Carlota que trabaja como periodista de la revista EverManifesto.
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sábado, 29 de mayo de 2010
Carolina y Carlota
Publicado por
Isabel
en
13:23
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Etiquetas:
Moda
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