He descubierto hace unos días, como siempre buscando otras cosas, a Vladimir Kush, un pintor nacido en Moscú que actualmente vive y trabaja en Estados Unidos. Se trata de un artista que descubrió su vocación de niño y que comenzó a estudiar pintura a los diez años. A los catorce ya pintaba cuadros surrealistas, huyendo de los modelos que le imponían en clase. A lo dieciocho años pintó los murales de su cuartel de infantería mientras hacía el servicio militar.
Trabajaba en Moscú vendiendo retratos a los miembros de la Embajada norteamericana, pero tuvo que dejarlo porque se le acusó de apoyar a los estadounidenses. En 1950 mostró su trabajo en Alemania, y aprovechando una visita a Los Ángeles decidió quedarse. Alquiló un garaje en esa ciudad y comenzó a pintar a la gente por las calles y en los muelles. Posteriormente se instaló en Hawái y realizó largos viajes por Asia. En 2001 abrió una galería de arte en Hawái.
4 comentarios:
Los cuadros son muy curiosos, un poco infantiles y muy sugerentes.
Un beso guapa
Ana
me gusta el primero y el de los amantes que son un monedero.
Me gustaría poder sentarme sobre ese nido y contemplar esa vista, o ser el barco que navega tan cerca del precipicio, pero mi preferido es el barco cuyas velas son flores. Monisimos todos
Lucre
Estoy feliz de que os gusten. Tenéis razón son un poco naif, pero en todos hay implicita una historieta que podría inventarse. Son muy narrativos, desde mi punto de vista.
Un besito chicas
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