´Descubrí el jardín Majorelle en Marrakech en un viaje a Marruecos con mi amiga Raquel. Llegamos hasta el lugar tras una caminata importante a las cuatro de una calurosa tarde de agosto. ¡Están locas!, debían pensar los lugareños tumbados a la sombra cuando nos veían caminar bajo ese sol abrasivo. Por fin atisbamos el ansiado lugar, cercano al Palmeral de la ciudad. Entrar en él valió la caminata y el calor que habíamos padecido, aquello era un silencioso paraíso de color y verdor, una alegría para nuestro castigado cuerpo y nuestros sensibles sentidos. Nos perdimos por los jardines disfrutando con la diversidad de plantas y árboles, de los maravillosos colores que inundaban en espacio, de la belleza de este mágico lugar.
El pintor francés Jacques Majorelle se instaló en Marrakech, cuando formaba parte del protectorado francés, en 1919. Inicialmente vivía en la Medina de la ciudad donde se sentía embriagado de los sonidos, olores y la luz de esta ciudad mágica. En 1922 compró una finca en de palmeras y en 1931 contrata al arquitecto Paul Sinoir para que construya un chalet estilo art decó, en el que instaló su vivienda y un gran taller para pintar.Majorelle era un enamorado de la botánica y decide diseñar un gran jardín con diversos ambientes y de vegetación exuberante donde anidarían cientos de pájaros. El pintor trajo de sus numerosos viajes un sinfín de plantas exóticas para su jardín: cactus, yuccas, nenúfares, nympheas, jazmines, palmeras, bugamvillas, cocoteros,bambúes,,, El artista creo para decorar la finca el azul de ultramar que está presente en la toda la casa, los maceteros y las fuentes. Un accidente de automóvil provoco que el pintor se marchase a París donde murió. El jardín quedó entonces abandonado.
En 1980 el diseñador Yves Saint Laurent y su amigo Pierre Bergé crean una asociación para salvar y reconstruir el jardinMajorelle, adquieren la finca y la restauran aumentando el número de especies vegetales, siguiendo el espíritu de Jacques Majorelle. Una parte de la vivienda queda para uso privado del modista, donde pasaría muchas épocas de su vida, y en otra crean el Museo-Jardín de Arte Islámico con cuadros, joyas, armas y textiles para que pueda visitarlo el público. Hoy el jardín alberga especies vegetales de los cinco continentes, unas quinientas en total, y está cuidado por veinte jardineros.
A la muerte del diseñador sus cenizas fueron esparcidas por esta finca en la que fue tan feliz
4 comentarios:
I don't know what any of this says, but the photographs are beautiful!
Lo apunto para una próxima visita a Marrakech.
¡Qué bonito!
Vaya casita se compró Saint Laurent!
Me encantan las plantas y los colores del jardín.
Ana
no he visitado el museo cuando he estado en la ciudad, no lo conocía, que pena.
beatriz
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