Un joven funcionario del departamento de colonias francés viaja con su novia por una Italia devastada tras la Guerra. En Pisa conoce a un obrero que le habla de Rocca, un pueblecito en la costa, donde ha atracado un gran yate a bordo del cual viaja una mujer muy hermosa que busca a un marinero de Gibraltar. El joven funcionario se traslada a Rocca y allí decidirá cambiar de vida y para ello dejará a su novia y su trabajo y conocerá a Anna la hermosa millonaria que recorre el mundo en busca de un viejo amor: el marinero de Gibraltar.
En esta novela de 1952 Marguerite Duras despliega ese estilo que la hizo famosa: el gusto por la elipsis, el diálogo, la reiteración y su preferencia por los personajes misteriosos que ocultan algo en su pasado. Esta es una historia de amor y de la muerte del amor, de viajes, de alcohol, de personajes turbios que rozan la legalidad. Un verdadero gusto. Cada página leída te vincula más a la historia y llega un momento en que tu también estás a bordo del Gibraltar recorriendo el mediterráneo, callejeando por Tánger o de camino a Léopoldville.
En 1967 el director Tony Richardson realizó una versión de la novela que estuvo interpretada por Jeanne Moreau, Orson Welles y Vanessa Redgrave. Aunque todavía no he podido verla.
Cuando acabo una novela tan fascinante como esta me siento un poco perdida, huérfana, como si me hubieran abandonado unos amigos, me gustaría embarcarme en otra parecida o que existiese una segunda parte. ¿Os ocurre esto a vosotros?
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