Bienvenidos al mundo real.
Se acabó el Paraíso.....

La intensidad de lo que hemos vivido nos hace creer que llevamos mucho tiempo fuera. Piensas que no recordarás como encender tu ordenador, cuál es el número del autobús que coges todas las mañanas para ir al trabajo o las caras de las personas que pueblan tu rutina. No es así. De repente todo está ahí, no hace tanto que faltas, aunque para tí haya transcurrido casi una eternidad... el milagro de las vacaciones.


Bienvenidos los desterrados del paraíso. Ya estamos casi todos aquí. El cielo ya no es el mismo. En mi verano todas las noches se moteaba de estrellas que parecían querer caer como confeti sobre mí, no había  tantos coches, las conversaciones languidecían por si mismas, y todo mi ser se expandía.


Regreso a Madrid. Aún hace calor y el grueso de la ciudadanía no ha retornado todavía, pero algo es distinto, hemos perdido el Paraíso, lo hemos atisbado, hemos sentido su dulzura y zas, lo hemos perdido hasta el año que viene.


Paciencia. Me paso el día maquinando para ser optimista ¿Lo consigo? Aún no lo sé. Ya os iré informando.