"MUJERES ESPIAS" DE LAURA MANZANERA

Las grandes espías de la historia

Laura Manzanera repasa en su libro la historia de las mujeres que se hicieron espías para defender una causa en la que creían, arriesgando sus vidas y en algunos casos perdiéndolas. La autora trata de desmitificar el mito romántico en el que el cine y la literatura han convertido a estas mujeres y que ha hecho de Mata Hari el estereotipo de la espía, cuando la bailarina no pasó de ser una aficionada. Son muchas las mujeres que se dedicaron al segundo oficio más antiguo del mundo, Manzanera nos relata sus trepidantes vidas, la historia del espionaje femenino desde la Francia de Luis XIV hasta la Guerra Fría. En los orígenes ya encontramos a damas dedicadas a este oficio como Dalida, Sibila, hermana del Rey de Jerusalén que espiaba para el gran Saladino o la escritora Aphra Behn.

Harriet Tubman

Edith Cavell

 Desde la Condesa de Carlisle, que inspiró a Alejandro Dumas para crear a su Milady de Winter, hasta la Condesa de Castiglioni que se hizo amante de Napoleón III para que apoyase la independencia y unificación de Italia, muchas fueron las mujeres que intrigaron para servir a una causa en la antigüedad. Durante la Guerra Civil americana también podemos encontrar a muchas féminas que pelearon en ambos bandos, como la confederada Belle Boyd o la liberadora de esclavos Harriet Tubman, o las que lo hicieron en sudamericana: las mexicanas Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario Roo y la colombiana Policarpa Salavarrieta. Uno de los casos más extraordinarios de esa época fue el de la canadiense Sarah Emma Edmonds que se alistó en el ejército de la Unión con el nombre de Frank Thomson convirtiéndose en uno de los mejores espías de los servicios secretos, la vida de esta mujer da por sí sola para un libro.

Sarah Emma Edmonds conocida en los servicios del ejército de la Unión como Frank Thomson

Aunque algunas espiaron por dinero o poder, Manzanera afirma que estas mujeres no eran ni mataharis, ni chicas Bond, ni seductoras o femme fatale, las espías reales eran entrenadas, sobre todo en el siglo XX, hablaban idiomas y eran unas expertas en el arte del disfraz. Muchas de ellas cayeron en manos del enemigo, fueron encarceladas e incluso fusiladas, y la mayoría no obtuvo el reconocimiento que merecía.

Las páginas de este libro muestran las vidas de estas espías que arriesgaron su vida por servir a sus países, a sus ideas o lo que consideraban justo. Algunas de ellas no fueron tan heroicas como la francesa Mathilde Carre La Gata que trabajaba para los alemanes y que atrapada por sus compatriotas fue juzgada por alta traición. Tras un tiempo en la cárcel desapareció odiada por todos con una nueva identidad.

Mathilde Carre conocida como La Gata en su juicio.

Fueron criptografas y radiotelegrafistas en la II Guerra Mundial como Aileen Morris Clayton, o estrellas del music-hall como Josephine Baker que espió contra los nazis, consiguieron los códigos navales alemanes (Elizabeth Pack), otras lucharon al lado de Alemania como la Princesa Stephanie Von Hohenlones, a pesar de ser judía; También las arqueólogas como Getrude Bell o Freya Stark espiaron .La polaca Krystina Karbek, la china Eva Wu, la japonesa Yoshiko Kawashira, la actriz Olga Chejova, adorada por los nazis, pero espía al servicio de Stalin, Marthe Richer descubridora de la tinta simpática, Louise de Bettignier una auténtica reina de los espías, Violette Szavo o Christine Graville son sólo algunas de las mujeres que ofrecieron su talento a los servicios de inteligencia.

 Chritine Granville

 Claire Sheridan

 Olga Chejova

Violette Szabo

Casi ninguna de ellas fue recompensada por su trabajo como sus compañeros masculinos. Este libro rinde tributo a todas ellas y a otras muchas más que trabajaron, padecieron y pelearon por una causa en la que creían. Un libro apasionante, lleno de aventuras y vidas trepidantes.