Monica Vitti

Maria Luisa Ceciarelli era una joven romana muy bella, aunque no encajaba en los cánones de belleza de la época, que soñaba con ser actriz. Estudió arte dramático y comenzó a a interpretar pequeños papeles en el teatro, un día se convirtió en Monica Vitti y Michelangelo Antonioni se fijó en ella. Él era uno de los jóvenes directores más prometedores de Italia y ella alta, con una voz ronca y una nariz demasiado ancha era la mujer que él necesitaba para interpretar a jóvenes burguesas hastiadas de su vida en busca de emociones fuertes. El encuentro con Antonioni que también fue su pareja fructificó en La noche, La aventura, El eclipse y Desierto rojo,  hermosas películas en las que la Vitti se luce como actriz desplegando un magnetismo inmenso y una belleza a borbotones. En esas películas de largos silencios donde los personajes hacen gala de una incomunicación desesperante y una aburrimiento atroz la Vitti era como una diosa inalcanzable harta de todo, caprichosa y también mortalmente harta del mundo y de los que la rodeaban. La relación con Antonioni, que escandalizó Italia, duró siete años.

Además del cine Monica Vitti construyó una sólida carrera en el teatro donde interpretó a Bretch, Moliere y Shakespeare. Como ella recuerda en su autobiografía triunfó a pesar de que disgustaba a los productores por su abultada nariz, su altura, su voz ronca y unas formas muy distintas a las de la Loren, tenía los pies grandes y no tenía las curvas de otras actrices italianas. "Pero nunca he tenido la tentación de cambiarla (se refiere a la nariz). Y al final hemos vencido, yo y mi nariz", afirma jocosa la actriz.

En los años 70 se dedicó a la comedia convirtiéndose en una actriz de éxito y fue la protagonista de la película Modesty Blaise, basada en el comic. También hizo televisión. "La tele es como un marido que te mantiene; el cine, un amante que te da placer; y el teatro, un gígolo", afirma la actriz. En 1989 también se lanzó a la dirección y escribió su autobiografía en 1993 bajo el título de Sette Sottane.

Divertida, sexy a su edad, vistiendo siempre ropas coloristas, uno de sus colores favoritos es el rojo, con grandes gafas y la cabellera larga, la Vitti es una ejemplo de energía y sentido del humor. "Me queda mucho tiempo por delante, si tenemos en cuenta que 273 años era el promedio de edad de las brujas", afirma Monica Vitti.

¿Cuál es vuestra película favorita de la Vitti? La aventura y El eclipse me encantan, en esta última aparece junto a Monica un joven y bellísimo Alain Delon. Es una película pesimista sobre la inconsistencia del amor que os recomiendo.